Lobitos: el lugar perfecto para la fotografía y el surf
El padre y los hermanos de Henry son pescadores. De niño, él también ayudaba en las faenas. “Era algo callado. Hoy hablo más, y sobre todo a través de mis fotografías”, dice con una sonrisa. Fotografías impresionantes que le han valido el exponer hasta en Suiza.
Todo comenzó cuando participaba en los talleres de Wave, una ong que dicta talleres a niños de familias de escasos recursos de Lobitos. Un voluntario extranjero llegó y dictó un curso de fotografía. Henry se inscribió de inmediato. Aprendió a ver mejor la belleza de la caleta de pescadores donde había nacido.
Demostró tanta pasión que, gracias a Waves, recibió una cámara fotográfica de buena resolución. Su vida, desde ese momento, puede contarse en fotos. Muchas de ellas corresponden a los momentos en que corre olas, la otra pasión de su existencia.
A través del voluntariado, y en mérito a sus imágenes, expuso en Suiza. Los suizos compraron las fotos cálidas y llenas de color de Henry. Y, seguramente, algunos de ellos, esperaran las vacaciones para comprobar in situ las bondades lobiteñas.
Hoy, Henry enseña fotografía a los niños de Lobitos. “Es una manera de devolver algo de lo que yo también recibí gratuitamente”, explica para luego captar a un cangrejo que sobresale sobre una roca de la playa.
En la siguiente galería de fotos, usted podrá disfrutar del talento de este fotógrafo, enamorado de su ciudad. Los versos, que acompañan a algunas fotos, son suyos.
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